
Seguro que más de una vez has querido comprar un mueble, lo has hecho y cuando lo has puesto en tu casa resulta que no te ha gustado nada. Eso significa tener que tramitar la devolución, que vengan a buscarlo si tú no puedes… perdiendo dinero y todo. ¿A que eso no gusta?
Para ello, hay muchos programas para ver cómo quedan los muebles, algunos avanzados capaces de hacer imágenes de esos muebles reales para después colocarlos en tu casa; otros más simples. Pero, ¿por qué es importante esto?
La importancia de un programa para ver cómo quedan los muebles
Tanto para un particular como para una inmobiliaria, contar con un programar para ver cómo quedan los muebles es muy importante. Y lo es porque se da la oportunidad de ver de verdad cómo van a quedar.
Por ejemplo, imagina que tienes una inmobiliaria y que has quedado con una pareja para enseñarle la casa. Pero en lugar de mostrársela vacía sin que se hagan mucha idea, o de gastarte un dineral en usar muebles de “exposición” para que la casa se vea bonita, se la enseñas sin más y, luego, usas un programa de realidad virtual. Con este, puedes enseñarle toda la casa amueblada, incluso pudiendo cambiar a su gusto las cosas. La personalizas.
Y mejoras la experiencia de usuario. Con ello, más ventas.
Eso es lo que se puede hacer con las gafas Oculus Quest 2 y un buen programa de realidad virtual que te ofrece ver in situ cómo quedaría otra decoración, sin gastarte dinero, solo ver y, si te gusta, hacerla realidad.
¿Hay otros programas?
Sí. Hay aplicaciones gratuitas donde puedes hacer algunas cosas similares. Pero no van a ser lo mismo. Ejemplos como Woodomo, que escanea tu casa en 3D y luego puedes amueblarla como tú quieras, incluso agrandar paredes, pintarlas, etc.; Room planner, donde puedes escoger artículos de Ikea; o Homestyler, que te ofrece muebles en 3D para tus habitaciones. Pero el problema de todas estas apps es que no lo ves en 360º, algo que sí hacen las gafas Oculus Quest 2. Estarás tú mismo/a dentro de esa casa recién decorada. No podemos decirte que vas a tocar los muebles, pero casi.
Deja una respuesta